lunes, enero 09, 2006

Orion Opina: Frank Miller y el fascismo?

Desde siempre he tenido un gran problema con Frank Miller. No, no pienso sumarme a hacer leña del árbol caído y patear el higadillo del señor Miller ahora que es una práctica tan de moda. Me gusta Miller y el objetivo de este post es poner mi pequeño grano de arena en su defensa. Mi problema es que no acierto a saber de qué pie cojea políticamente Frank Miller. Para muchos parece obvio que es devoto de la derechona más extrema pero yo no lo tengo tan claro. Y es que repasando su obra se pueden notar cosas que no sólo hacen dudar, sino que invitan a pensar justo lo contrario. Me he llegado a plantear que estoy viendo gigantes donde hay molinos, no queriendo ver cómo uno de mis autores favoritos es miembro del "bando de los malos" (y por favor que nadie se ofenda). Por eso voy a hacer un repaso a algunas de sus obras centrándome en este aspecto y ya me diréis si me equivoco.

Batman: El regreso del Señor de la Noche (1986): No hay duda de que el Batman que nos retrata Miller es, cuanto menos, un pelín facha. Pero veámoslo en su contexto. Los superhéroes nacieron producto de la guerra y su propósito era ensalzar los "buenos valores" y el patriotismo. Aunque han evolucionado es innegable que algo queda de eso o no existiría un Capitán América. Frank Miller es consciente de ello y nos lo lleva al extremo para traer el comic de superhéroes definitivo. Además, algo similar hizo Alan Moore y no he oído a nadie tildarle de facha.

Daredevil: Su saga más sonada podría ser Born Again (1986) y es la que mejor apoya mi teoría. Por un lado el malo de la saga es Nuke un soldado americano no muy cuerdo con el que el ejército ha experimentado y que aún utiliza para operaciones encubiertas no del todo lícitas e incluso para encargos mercenarios. Al final lo "arregla" con un mando corrupto del ejército, ¿pero creéis que en Marvel le hubieran dejado hacerlo de otra manera?

Martha Washington: Un mundo apocalíptico donde la clase obrera vive recluida en guetos sospechosamente parecidos a campos de concentración, donde las multinacionales gobiernan estados completos, donde el presidente ha sido sustituido por un robot... ¿Hace falta decir más?

Sin City es al género negro lo que Batman: El regreso del Señor de la Noche es a los superhéroes. Juega con los tópicos del género hasta llevarlos al extremo. Así la violencia, los tipos duros que imparten su ley, la corrupción y el machismo que siempre han imperado en este tipo de obras se magnifican hasta darnos Sin City.

300: en este comic es realmente difusa la frontera entre extremos políticos, tanto que es el comic que me hizo dudar de la ideología de Frank Miller, que hasta aquel entonces tenía clarísimo que era de izquierdas. Pero detengámonos un segundo. Miller nos habla de una nación guerrera donde aquel que no era útil para el combate era repudiado. Nos narra una batalla donde la épica está en la pura violencia. No veo mejor modo de hacerlo.

Estos son los mejores ejemplos que tengo si no para convenceros, al menos para haceros dudar. Pero no paran ahí las supuestas ambigüedades del autor. Oigo últimamente continuas críticas por las supuestas barbaridades que este autor comete en DK2 o en All Star Batman & Robin the Boy Wonder. Tras DK1, Miller no podía hacer un tebeo de superhéroes con el mismo tono, con ése lo había dicho todo. ¿Cuál fue su opción? Centrarse en otro aspecto: el colorismo y lo insólito casi hasta el extremo de la ingenuidad. Creo que esta nueva forma de ver a los supertíos era la única opción que tenía de no contradecirse. ¿Por qué creéis que insistió en que la nueva serie de Batman llevara en el título lo “el Chico Maravilla”?

Personalmente me parece que sus tebeos actuales son pura diversión, con o sin desvaríos. Y encima de vez en cuando se puede llegar a leer entre líneas alguno de esos toques de mala leche que siempre me han encantado de Frank Miller. Por mi parte no pido más.