jueves, marzo 29, 2007

El reino de los superhombres (Parte II)

Tal como os comentaba, hoy toca seguir a seis de los distintos supermanes que han ido apareciendo en las independientes, así que vamos a ello.

Miracleman: Comenzamos hoy también por el más antiguo. Si bien conocemos más a este personaje por el renacimiento que disfruto en 1982 de la mano de Alan Moore, Gary Leach, Alan Davis o Neil Gaiman, este personaje nace del creado en 1954 por Mick Anglo con el nombre de Marvelman para la editorial británica L. Miller & Son. Desgraciadamente, el personaje corre peligro de hacerse más famoso por las polémicas de derechos que a atravesado a lo largo de su carrera que por sus historias en sí. Comenzó como un remedo del Capitán Marvel de la Fawcett (que, recodemos, partió de Superman), pero tras la ascensión de Marvel Comics en la edad de plata perdió los derechos del nombre, hecho por el cual Alan Moore tuvo que rebautizar al personaje al publicarlo en los USA y por el que aún guarda rencor a Marvel. Más tarde Todd McFarlane compraría los derechos de Eclipse comics (quien publicó Miracleman en USA) y comenzaría una batalla legal entre el creador de Spawn y Neil Gaiman que aún perdura.

Dejando a parte estas polémicas, el Miracleman de los 80 representa una de las mejores reflexiones sobre el superhombre que se han creado jamás. Ni ensayos como los desarrollados en obras de Rick Veitch como El Uno o El Maximortal han llegado a igualarlo.


Supreme: con la creación de Image, casi todos los fundadores quisieron un superman para sus respectivos universos y, claro está, Rob Liefeld no iba a ser menos y lo presentó en Youngblood #3 (1992). Supreme nació como una versión de Superman cuyos distintivos consistían en interminables filas de dientes apretados e imposibles musculaturas que variaban de viñeta en viñeta. Con su salida de Image, Liefeld logró convencer a Alan Moore para que se hiciese con el personaje. Moore no sólo consiguió una magnífica historia (como es habitual), sino que lo dotó de un pasado y mantuvo su coherencia. Volvió al colorido y la imaginación hasta el absurdo de la Edad de Oro después de haber terminado con los superhéroes en su inconmensurable Watchmen y aprovechó para sentar las bases del tono que seguiría en su línea ABC.


Mighty Man: Robert Berman es el Capitán Marvel del universo de Erik Larsen en Image. Lo curioso es como presenta la idea. En los años 90, Berman, que llevaba siendo Mighty Man desde los años 40 es ya un anciano se ve envuelto en una vorágine de violencia después de que se publique en la prensa su identidad secreta. Moribundo en un hospital, decide pasar la entidad de Mighty Man a quien cree su nieto, un adolescente a quien su abuelo le trae sin cuidado. Sin embargo el lamentable estado físico y psíquico de Verman le hace pensar erróneamente que lega el poder a su nieto cuando realmente los está transfiriendo a su enfermera Ann Stevens. El resultado final es una mujer que se convierte en superhombre, una curiosidad con bastante juego.

Omniman: es el más reciente de todos los supermanes con apenas un lustro, pero no está exento de curiosidades, como no se podía esperar menos de sus creadores Robert Kirkman y Cory Walker cuando lo presentaron como padre de Mark Grayson, protagonista de la serie. Omniman es nativo de la raza alienígena de los Viltrumitas, una especie de raza de supermanes en la que ¡todos tienen bigote! La verdad es que esas escenas de consejos militares en su planeta natal son impagables. Un montón de tipos con semejanza a cierto ex-presidente español discutiendo asuntos interplanetarios. Impagable de verdad. Además, tener a Superman en el papel de padre no deja de tener su gracia y la cosa no acaba ahí, pero mejor no destripar nada. Os reservo el placer de leer uno de los tebeos más entretenidos de la actualidad.

Titan: Dark Horse realizaría hace años la tentativa de crear su propio universo superheroico, Comics Greatest World y no sería tal sin un superman. Aparecería por primera vez en Comics' Greatest World: Golden City Week 3 (1993) en una creación conjunta entre el equipo creador de dicho universo, pero encabezada en este ocasión por Barbara Kesel. Frank Wells no tienen ningún tipo de origen alienígena y su origen parte de unas bases mucho más mundanas y desagradables como los malos tratos, en este caso ejercidos por su padre. Aparte de su origen poco más aportaron al personaje ya que casi inmediatamente se introdujo en las historias corales que caracterizaron este universo, que tampoco tuvo tiempo de cuajar.

Prime: Los años noventa fueron caldo de cultivo para multitud de universos superheroicos delos que hoy apenas sobreviven unos pocos. El Ultraverso de Malibu es en la actualidad propiedad de Marvel, pero no parece haber planes para él, con lo que puede que nunca volvamos a oír hablar de Prime. El concepto de este personaje nació de la mente de Bob Jacob, Gerard Jones y Len Strazewski, mientras que el aspecto gráfico sería obra de Brett Blevins. Prime #1 se publicaría en 1993 y nos contaba las andanzas de Kevin Green, un chaval de trece años que tienen el poder de transformarse en una montaña de músculos adulta con poder para mover planetas. La gracia del personaje estaba en explorar cómo se desenvuelve un superhéroe con la madurez de un adolescente. Se ha hablado de varios rumores de relanzamiento del personaje hasta el punto de implicar a Robert Kirkman en uno de ellos o incluso a mencionar una película que Avi Arad calificó como "la primera comedia de superhéroes Marvel", pero démosle tiempo al tiempo.

A modo de conclusión, he de decir que es cuanto menos sorprendente como el concepto de Superman puede dar tanto de sí. No sólo hablamos de casi setenta años de historia ininterrumpida, sino de una presencia que ronda la ubicuidad: miles de tebeos del personaje, series de TV, películas, merchandising y no sólo eso sino que además ha creado un arquetipo y multitud de conceptos basados en su figura. No logro explicarme cómo se le puede sacar tanto partido a un personaje casi omnipotente, pero la verdad es que la historia ha hablado. Está claro que Siegel y Shuster no sabían en su día la gran idea que acababan de parir.