miércoles, febrero 16, 2005

De dioses y hombres

En el mundillo de los frikifans (entre los que me incluyo por suerte o por desgracia) se da desde hace tiempo la tendencia a crear y tirar mitos. En cuanto un autor comienza a despuntar con unas pocas buenas obras la masa fan lo endiosa auntomáticamente, en parte promovidos por las campañas publicitarias que las editoriales despliegan en torno a esos autores. Estas mismas editoriales, si ven que su campaña funciona, es decir, si tanto los fans con las ventas como el autor con una cierta calidad en sus obras responden parecen haber hallado la gallina de los huevos de oro.

Es en este momento cuando al autor se le encargan montones de comics, montones de compromisos que no puede cumplir. Hay algún que otro autor que sabe decir NO en estos momentos, pero la mayoría, cegados por el talonario se pone a producir sin parar. Claro está la calidad se resiente. Es el momento en que las enfurecida masa de frikis despotrica contra el autor que antaño fue ídolo, como si tiraran abajo una gran estatua del que han descubierto falso dios.

Por si fuera poco, vivimos actualmente una segunda era de las estrellas. La primera surgió con la Generación Image, la época de los dibujantes estrella. Ahora vivimos una etapa de guionistas estrella. Así gente como Mark Millar, Brian Bendis, JMS, Geoff Johns o Ed Bruebaker, tocan demasiados botones como para que todos funcionen. De uno u otro modo acaban o acabarán perteneciendo a este grupo de autores de los que hablo.

Sin embargo, cada caso es un mundo y no todos funcionan igual. El caso más claro es Bendis. El bueno de Brian se defendía bastante bien cuando se dedicaba a sus obras personales (Jinx o Powers, por ejemplo). Incluso se nos antojaba un escritor competente cuando empezó a dar sus primeros pasos en Marvel. Por culpa de su característico estilo y la mencionada competencia se convirtió en una estrella. Es ahora, tras llegar a estar escribiendo 6 series en un mes cuando vemos magnificados sus fallos. Bendis comienza a dejar de ser estrella y dentro de poco todo el mundo despotricará sobre él como le llegó a pasar a Claremont. Otro dios habrá caido. No hay más que ver lo que está pasando con JMS tras Sins Past.

Los otros ejemplos son quizá menos claros, pero cuantas buenas obras hizo Millar antes de Ultimates? En el caso de Geoff Johns y Bruebaker es ahora cuando se empezará a notar que no son los dioses que se quiere hacer de ellos si no saben retirarse a tiempo y escribir sin más lo que pueden escribir.

La solución a esto no es fácil. Las campañas de estrellización de las editoriales continuarán porque es su negocio. Quizá el final del problema resida en nosotros. Se que somos frikis, que es más fuerte que nosotros mismos, pero estoy seguro que con un poco más de cautela a la hora de evaluar a los autores se ahorrarían muchas polémicas. Aunque pensándolo bien, ¿qué sería del mundillo sin un poco de amarillismo?