En un mundillo dominado por los superhéroes y el manga, artistas como
Philip Bond pasan desapercibidos del todo pese a su calidad. No obstante, si bien
Bond no es el favorito del público ni ha realizado ningún superventas, de lo que si puede presumir es de haber dibujado los guiones de algunos de los mejores escritores del medio. Así encontramos en su lista nombres como
Grant Morrison, Peter Milligan, Jamie Delano o
Howard Chaykin.
Philip Bond nació en Lancashire en 1966 hijo de un predicador. Con 21 años irrumpió en la escena alternativa británica con
Atomtan, revista autopublicada en la que trabajaba en colaboración con
Alan Martin, Jamie Hewlett, Luke Whitney y
Jane Oliver. El año siguiente comenzaría su andadura dentro de la revista
Deadline, para la que crearía
Wired World (reeditado por Dark Horse en 1991),
Hot Triggers o
Dogmeat, entre otros títulos. Como buen dibujante británico que se precie también pasaría por
2000 A.D. y allí nos dejaría
Time Flies (junto a Garth Ennis) y otras historia.
Su primer acercamiento al comic americano vendría de la mano de la franquicia
Grendel, donde debía dibujar la serie que llegó a España como
Grendel: Cuatro demonios y un infierno, con guiones de
James Robinson. Finalmente dejaría ese proyecto inacabado y sería
Teddy Kristiansen quien lo levaría a cabo.
A mejor puerto llegaría su segunda incursión en el comic americano y primera colaboración con
DC/Vertigo y
Grant Morrison:
Doom Patrol nº50. A partir de ahí se haría colaborador habitual de
Morrison y
Peter Milligan para el sello
Vertigo. Con el primero trabajaría en
Doom Patrol, Mata a tu novio, Los Invisibles y
Vimanarama, mientras que con
Milligan llevaría a cabo
Shade, el Hombre Cambiante,
Pop: London y
Xtatics (para Marvel).Otros trabajos destacados de este dibujante serían
El Ángel y el Mono con
Howard Chaykin y
David Tischman o
Hellblazer Special: Bad Blood con
Jamie Delano. Para un
checklist completo pinchad
aquí.
Pese a su vistoso trazo a medio camino entre el cartoon y el underground, su habilidad para el diseño de personajes y escenarios y sobre todo esa abundante dosis de frescura que aportan sus dibujos,
Philip Bond sigue sin cosechar el éxito que merece. La razón es bastante simple. En un mercado como el americano es imposible obtener un éxito rotundo como dibujante ante el público sin meterse en los superhéroes y la experiencia de
Bond en este campo se limita a algún número suelto de
Doom Patrol y de los
Xtatics (
que pese a ser superhéroes no son lo que se dice muy convencionales). Supongamos que él prefiere seguir como hasta ahora y dibujar lo que le gusta. En su
página web no dice nada al respecto.
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