viernes, enero 27, 2006

Conociendo a ... Philip Bond

En un mundillo dominado por los superhéroes y el manga, artistas como Philip Bond pasan desapercibidos del todo pese a su calidad. No obstante, si bien Bond no es el favorito del público ni ha realizado ningún superventas, de lo que si puede presumir es de haber dibujado los guiones de algunos de los mejores escritores del medio. Así encontramos en su lista nombres como Grant Morrison, Peter Milligan, Jamie Delano o Howard Chaykin.


Philip Bond nació en Lancashire en 1966 hijo de un predicador. Con 21 años irrumpió en la escena alternativa británica con Atomtan, revista autopublicada en la que trabajaba en colaboración con Alan Martin, Jamie Hewlett, Luke Whitney y Jane Oliver. El año siguiente comenzaría su andadura dentro de la revista Deadline, para la que crearía Wired World (reeditado por Dark Horse en 1991), Hot Triggers o Dogmeat, entre otros títulos. Como buen dibujante británico que se precie también pasaría por 2000 A.D. y allí nos dejaría Time Flies (junto a Garth Ennis) y otras historia.

Su primer acercamiento al comic americano vendría de la mano de la franquicia Grendel, donde debía dibujar la serie que llegó a España como Grendel: Cuatro demonios y un infierno, con guiones de James Robinson. Finalmente dejaría ese proyecto inacabado y sería Teddy Kristiansen quien lo levaría a cabo.

A mejor puerto llegaría su segunda incursión en el comic americano y primera colaboración con DC/Vertigo y Grant Morrison: Doom Patrol nº50. A partir de ahí se haría colaborador habitual de Morrison y Peter Milligan para el sello Vertigo. Con el primero trabajaría en Doom Patrol, Mata a tu novio, Los Invisibles y Vimanarama, mientras que con Milligan llevaría a cabo Shade, el Hombre Cambiante, Pop: London y Xtatics (para Marvel).

Otros trabajos destacados de este dibujante serían El Ángel y el Mono con Howard Chaykin y David Tischman o Hellblazer Special: Bad Blood con Jamie Delano. Para un checklist completo pinchad aquí.

Pese a su vistoso trazo a medio camino entre el cartoon y el underground, su habilidad para el diseño de personajes y escenarios y sobre todo esa abundante dosis de frescura que aportan sus dibujos, Philip Bond sigue sin cosechar el éxito que merece. La razón es bastante simple. En un mercado como el americano es imposible obtener un éxito rotundo como dibujante ante el público sin meterse en los superhéroes y la experiencia de Bond en este campo se limita a algún número suelto de Doom Patrol y de los Xtatics (que pese a ser superhéroes no son lo que se dice muy convencionales). Supongamos que él prefiere seguir como hasta ahora y dibujar lo que le gusta. En su página web no dice nada al respecto.