El Bruto: Sólo Miseria

Cuando escuchamos la etiqueta de comic independiente mucha gente lo asocia aún únicamente ese tipo de historias graves y de dibujo "raro" indicadas "sólo para gafapastas". Quitaos eso de la cabeza. No sólo porque ese tipo de historias puedan ser válidas para cualquiera, sino porque el comic independiente no es "sólo eso". Jeff Smith, Mike Allred o Paul Grist, entre otros, ya nos habían enseñado que en el mundo independiente también hay sitio para la diversión pura y dura. Si todavía no me creéis echadle un vistazo a El Bruto: Sólo Miseria.

Y es que el disfrute de este comic no se produce sólo como está escrito y dibujado, sino porque el propio autor, Eric Powell, nos contagia lo bien que se lo pasa haciéndolo. Zombies y monstruos de todo tipo, mafias, serie Z, terror pulp, humor y un tipo grande repartiendo mamporros no serían ni en broma las premisas de un proyecto "serio". El mismo Powell ha dicho que El Bruto es el resultado de mezclar en un sólo comic todas sus filias y lo mejor es que se las arregla para que encajen del todo.

No esperéis un complejo argumento ni elaboradas sagas. Las historias de Powell son cortas, sencillas y efectivas con un sentido de la acción orientado al divertimento puro y un humor 'cafre' y hasta absurdo que echábamos de menos leer. No esperéis profundos personajes. Aquí los protagonistas son un animal que piensa con los puños y su colega Frankie, un auténtico cabrón rastrero y sanguinario.

Pero por si fuera poco, Powell es un gran dibujante. Poco a poco se va desligando de esa excesivamente evidente influencia de Simon Bisley que tenía en el tomo anterior, para centrase en los clásicos del terror hacia un estilo más limpio y preciso.

Mención aparte merecen sus portadas pintadas, también con clara tendencia al homenaje y unos anuncios interiores de lo más cafre que complementan a la perfección el carácter de este tebeo en el que el título lo dice todo.