Reseñas saloneras: Autobiographix

La colección El Álamo de Glénat nos trae una antología de Dark Horse donde distintos autores nos cuentan episodios autobiográficos.

Más de una vez os he hablado de mi fascinación por las antologías. Pero esta vez a la emoción de encontrar nuevos hallazgos y al regustillo de recuperar la historieta corta, le sumamos el hecho de que en este tomo podemos encontrar trabajando el género de la autobiografía a autores que no sospecharíamos nunca, como Frank Miller, Sergio Aragonés, Matt Wagner o Stan Sakai. esto nos permite una riqueza y variedad de historias como es difícil encontrar hoy en día.

La antologías nos permiten disfrutar de una heterogeneidad que no podemos disfrutar en un comic normal. Si es cierto que también corremos peligro de encontrar historias que no sean de nuestro agrado, pero normalmente siempre hay al menos una que nos hace olvidar cualquier gusano en la manzana.

Sin embargo, esta manazana está muy sana y no sólo eso sino que viene aderezado por todo un elenco de sabores de primera calidad. Si sois de lo que dicen que Frank Miller está acabado, leed su historia y quizá podáis verle con otros ojos... y una sonrisa. Si queréis encontrar algo más introspectivo y con una imaginería simbólica de lo más sugerente, entonces quedaos con Jason Lutes. La poesía visual vendrá de la mano de Diana Schutz y Arnold Pander. Si sólo queréis pasar un rato divertido, el maestro Sergio Aragonés o Bill Morrison son vuestro tipo. Y hablando de maestros, contaremos con uno de los últimos trabajos del mayor de todos: Will Eisner. De lo anecdótico de Stan Sakai o Matt Wagner a la experimentación introspectiva de Paul Hornschemeier. En definitiva, de todo y bueno.

Tiene una pega, una pega enorme... o mejor dicho quince, que son los euros que he pagado por 100 páginas en blanco y negro y formato bolsillo. ¿que si merece la pena? La verdad es que no tengo por costumbre hacer reseñas de algo que no me parezca hacerlo. Pero he de reconocer que cada euro duele.