Queen & Country: Operación Frente Tormentoso
Es casi imperdonable que después de seis tomos publicados en España, aún no hubiera hablado de Queen & Country. Podría decirse que es una constante en el mundo del comic (sobretodo en el americano) que los autores funcionen mejor en sus proyectos personales que en los de las grandes editoriales. Prueba de ello son Kurt Busiek y su Astro City, David Lapham y su Balas Perdidas, Robert Kirkman y Los Muertos Vivientes o incluso mi "bienodiado" Brian Bendis con Jinx o Powers. Dicho esto podemos hablar de Queen & Country como una serie de autor, cuya alma mater es Greg Rucka.
En el volumen que nos ocupa el protagonismo volverá a recaer en la monitora Tara Chace y el director de operaciones Paul Crocker. Sucesos inesperados despertarán fantasmas del pasado y nos mostrará que una agencia gubernamental de espionaje no siempre ha de ceñirse a los mandatos de su gobierno e incluso sin necesariamente desobedecerlos, puede llegar a seguir otros derroteros. Tbilisi puede no ser la ciudad más acogedora para un espía pero eso no parece importar a nuestros protagonistas
Los que ya conozcan a Rucka por su trabajo en series como Detective Comics o Wonder Woman ya han visto alguna muestra de la calidad de este escritor. Sin embargo, las cualidades que se puedan atisbar en estas obras no son sino una sombra de lo que despliega en Queen & Country. Aquí es donde mejor puede verse a Rucka desplegar sus artes. Si bien se trata de un elaborador de tramas más que competente, donde realmente destaca muy por encima de la media es en los diálogos. A través solamente de ellos es capaz de desarrollar la trama, caracterizar de modo ejemplar a sus personajes (con especial hincapié en las mujeres de carácter) o incluso dejarnos caer sutilmente algunas ideas políticas (que podemos o no compartir, pero eso es otra historia).
No se trata de un guionista con una imaginación prodigiosa ni sigue unos planteamientos excesivamente originales. La palabra para definir a Greg Rucka como escritor es sólido. En Queen & Country encontraremos exhaustivas labores de documentación, un equilibrio perfecto entre los diálogos con carga argumental y aquellos otros encargados de ornamentar la ambientación, giros argumentales inteligentes, pero sin caer en el cliffhanger fácil, tan de moda en los últimos años. No estamos hablando de un talento explosivo, sino de oficio puro desplegado con maestría.
Más de una vez he comentado mi gusto por las antologías y aunque no estamos refiriéndonos a ninguna al hablar de Queen & Country, tiene algo de ese punto sobre descubrir autores en el apartado gráfico, ya que cada volumen está dibujado por un artista distinto. Así han pasado por estas páginas Brian Hurtt, Steve Rolston, Leandro Fernández, Jason Alexander o Carla Speed McNeil. La mayoría no os sonarán a muchos de vosotros, pero os puedo asegurar que Rucka ( u Oni Press) ha sabido elegir y que es difícil salir airoso de dibujar un comic donde prima el diálogo sin dibujar cabezas parlantes y , sin embargo, todos cumplen. La única pega a este sistema es que el cambio de estilo continuo para una serie de reparto coral como ésta llega a dificultar en algunas ocasiones la identificación de los personajes. No obstante, han sido conscientes de ello y la primera página de cada tomo es una presentación de los personajes con el estilo del dibujante en cuestión.
Carla Speed McNeil, la dibujante de este último tomo, ha sido nominada a los Eisner en más de una ocasión y publica desde hace 10 años la serie Finder. Estamos ante una dibujante de trazo sencillo y con ese toque casi "casero" tan habitual en el circuito independiente americano. Tal como suele ser en estos casos, la simpleza de su gráfica corre en favor de una narrativa clara y directa, pero que puede ser muy versátil. Así, un vistazo a Queen & Country no es sólo una lectura bien escrita, sino una muestra de algunos de los magníficos dibujantes que nos estamos perdiendo en España.
En el volumen que nos ocupa el protagonismo volverá a recaer en la monitora Tara Chace y el director de operaciones Paul Crocker. Sucesos inesperados despertarán fantasmas del pasado y nos mostrará que una agencia gubernamental de espionaje no siempre ha de ceñirse a los mandatos de su gobierno e incluso sin necesariamente desobedecerlos, puede llegar a seguir otros derroteros. Tbilisi puede no ser la ciudad más acogedora para un espía pero eso no parece importar a nuestros protagonistas
Los que ya conozcan a Rucka por su trabajo en series como Detective Comics o Wonder Woman ya han visto alguna muestra de la calidad de este escritor. Sin embargo, las cualidades que se puedan atisbar en estas obras no son sino una sombra de lo que despliega en Queen & Country. Aquí es donde mejor puede verse a Rucka desplegar sus artes. Si bien se trata de un elaborador de tramas más que competente, donde realmente destaca muy por encima de la media es en los diálogos. A través solamente de ellos es capaz de desarrollar la trama, caracterizar de modo ejemplar a sus personajes (con especial hincapié en las mujeres de carácter) o incluso dejarnos caer sutilmente algunas ideas políticas (que podemos o no compartir, pero eso es otra historia).
No se trata de un guionista con una imaginación prodigiosa ni sigue unos planteamientos excesivamente originales. La palabra para definir a Greg Rucka como escritor es sólido. En Queen & Country encontraremos exhaustivas labores de documentación, un equilibrio perfecto entre los diálogos con carga argumental y aquellos otros encargados de ornamentar la ambientación, giros argumentales inteligentes, pero sin caer en el cliffhanger fácil, tan de moda en los últimos años. No estamos hablando de un talento explosivo, sino de oficio puro desplegado con maestría.
Más de una vez he comentado mi gusto por las antologías y aunque no estamos refiriéndonos a ninguna al hablar de Queen & Country, tiene algo de ese punto sobre descubrir autores en el apartado gráfico, ya que cada volumen está dibujado por un artista distinto. Así han pasado por estas páginas Brian Hurtt, Steve Rolston, Leandro Fernández, Jason Alexander o Carla Speed McNeil. La mayoría no os sonarán a muchos de vosotros, pero os puedo asegurar que Rucka ( u Oni Press) ha sabido elegir y que es difícil salir airoso de dibujar un comic donde prima el diálogo sin dibujar cabezas parlantes y , sin embargo, todos cumplen. La única pega a este sistema es que el cambio de estilo continuo para una serie de reparto coral como ésta llega a dificultar en algunas ocasiones la identificación de los personajes. No obstante, han sido conscientes de ello y la primera página de cada tomo es una presentación de los personajes con el estilo del dibujante en cuestión.
Carla Speed McNeil, la dibujante de este último tomo, ha sido nominada a los Eisner en más de una ocasión y publica desde hace 10 años la serie Finder. Estamos ante una dibujante de trazo sencillo y con ese toque casi "casero" tan habitual en el circuito independiente americano. Tal como suele ser en estos casos, la simpleza de su gráfica corre en favor de una narrativa clara y directa, pero que puede ser muy versátil. Así, un vistazo a Queen & Country no es sólo una lectura bien escrita, sino una muestra de algunos de los magníficos dibujantes que nos estamos perdiendo en España.
<< Home