No puedo creer que la primera vez que se publicó
Kane en España la colección terminara por cancelarse. Es cierto que el formato con el que
Planeta lo sacó a la calle no era el más adecuado, pero ya en esos seis números podía verse que
Paul Grist no es un cualquiera.
Como suelo hacer en este tipo de posts, haremos un repaso rápido a la vida y obra de este autor antes de contunuar.
Grist nació en 1960 en
Sheffield, Inglaterra y desde tierna edad, sufrió lo que él califica de "obsesión" por los comics. Tras mandar muestras a varias editoriales y no recibir respuesta, comienza a publicar varios comics autoeditados como
Burglar Bill o
Short Stories.
A partir de ahí llegarían las colaboraciones con otros autores. Primero lo hizo dibujando guiones de escritores como
Grant Morrison (en Trident), Steven Seagle (en Grendel Tales: El diablo entre nosotros) o
Eddie Campbell (en Lucifer). Más tarde los editores verían algo en la pluma de
Grist que les llevaría a pedirle guiones para series como
Daily Bugle y varios números sueltos de
DC.
Pero donde realmanete
Paul Grist ha dado todo lo que tiene en las dos series que publica bajo su sello
Dancing Elephant Press: Kane y
Jack Staff. Es en ambas obras donde se puede permitir la libertad suficiente para crear verdaderas piezas de orfebrería narrativa.
Paul Grist es un buen escritor. No se le puede llegar a equiparar con los grandes totems del medio, pero asegura historias bien planteadas, con tramas magistralmente entretejidas, personajes tridimensionales y una buena de dosis de originalidad. No se puede decir, sin embargo, que sea un magnífico ilustrador puesto que procura que la simplicidad sea la protagonista. Viendo, no obstante, como maneja la composición de los distintos planos en una viñeta, el movimiento o como equilibra el blanco y el negro se diría que es capaz de crear ilustraciones mucho más llamativas. El porqué no lo hace nos lleva al punto central de este autor:
La narrativa.
Estamos ante uno de los más grandes narradores que ha parido el mundo de las viñetas. Cada historia, cada página es un experimento narrativo. No obstante, lo experimental en
Grist tiende a lo funcional y no ese tipo de
"busquedas artísticas" donde la confusión es la protagonista.
Paul Grist es experto en dirgir nuestra mirada de manera natural, por atípica que parezca la composición de la página. Y no sólo conseguirá que sea imposible perderse, sino que además la línea de lectura, los espacios vacíos y la planificación dirán muchas veces más sobre la historia que los propios diálogos.
Leyendo a
Kane o
Jack Staff puede producirse a menudo la sensasción de pensar
"¿Cómo no se me ha ocurrido a mi? Era lo más lógico" Ese tipo de habilidad para encontrar esas grandes ideas obvias que se ecapan a todos los demás solo la tienen los mejores.
Para más información podéis echar un vistazo a
esta página y por supuesto a las ediciones españolas de
Kane y
Jack Staff de la mano de
Dolmen y
Recerca, respectivamente.
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