Crisis de Identidad
Ya ha terminado en España una de las sagas más sonadas de los últimos años en el comic de superheroes, en general, y en el universo DC, en particular. Su Título es Crisis de Identidad y se ha hablado de ella por múltiples motivos. Ahora que Planeta ya ha concluido la publicación de la serie de tres volúmenes podemos entrar a desglosar cuáles son esos motivos.
El primero sería su escritor, Brad Meltzer, uno de los primeros de la corriente de los llegados al comic (para quedarse) procedentes de otros medios como el cine o la novela. Meltzer consigue fusionar con habilidad la urdimbre de una intrincada trama novelesca del tipo "¿Quién es el asesino?" con el comic de superhéroes de siempre. Las claves para haber completado con éxito esta labor han sido sin duda el oficio y sobre todo, el conocimiento de los personajes y el universo con el que trabaja. Meltzer ha leído tebeos de DC y cada personaje suena como él mismo. Vemos aquí algo que, aunque debería serlo, no es del todo habitual en esta nueva corriente de escritores llegados de otros medios.
Otro motivo sería el tener a los principales personajes del universo DC en la misma historia y observar como funcionan entre ellos. De todos es sabido que este tipo de eventos de reunión suelen ser sinónimo de ventas. Si a esto le sumamos su repercusión en otras series mediante Tie ins, la campaña publicitaria que se organizó alrededor de la serie y el hecho de haberlo publicado en formato miniserie (es decir, con un número uno y un final concreto), estamos construyendo un best seller. Puede que el dibujante, Rags Morales, no sea un superventas, pero es medianamente agradable y las portadas sí que corren a cargo de un monstruo de las ventas, Michael Turner. Estamos pues ante todos los ingredientes para que una serie se venda bajo el título de Crisis de Identidad. Si hay muchos lectores, es lógico que se oigan muchas opiniones y, hoy por hoy, el boca a boca (Incluso por Internet) sigue siendo un fuerte indicativo para el éxito de un tebeo.
Crisis de identidad es un tebeo que maneja el universo DC desde todos sus ángulos: personajes, antiguos sucesos y todo tipo de referencias que nos muestran que se puede manejar los conceptos de siempre de forma que sigan pareciendo interesantes. Ni siquiera hay que innovar. Meltzer no inventa nada que no se hubiera hecho antes, tan sólo consigue mantenernos pegados a base de buen hacer con un concepto tan simple como "descubrir al asesino". Sólo soltando las pistas necesarias en cada momento y logrando que los personajes parezcan creíbles hasta tal punto que te impliques como uno de ellos en la investigación. Incluso tienes la oportunidad de cambiar de piel y meterte en el traje de la mayoría de ellos gracias a la narración en primera persona, en unas partes será Flash, en otras Green Arrow y así sucesivamente.
Un comic tan plagado de referencias puede hacerse algo duro para alguien sin contacto con el universo DC, pero resulta un punto de partida a la medida para alguien que los conozca mínimamente y quiera introducirse de lleno. Casi parece pensado para el lector español, ese lector arquetípico que se desenganchó con la caída de Zinco y siente tentaciones de volver.
Además, por una vez el famoso eslogan de "nada volverá a ser igual" es sincero. Los sucesos que tienen lugar, las revelaciones que aquí se hacen cambiarán las relaciones entre los personajes principales y sentarán las bases del cambio aún más drástico que tendrá lugar con la Crisis Infinita.
Ya os he comentado algo de Rags Morales, el dibujante, unas líneas más arriba. Si bien no es un narrador brillantísimo (aunque sí cumplidor) y sus expresiones faciales tienden a ser algo rígidas, posee un sentido de la composición bastante llamativo y un dominio de la luz y el volumen que da como resultado un dibujo bonito y correcto a la vez que cumple su función al servicio de la verdadera estrella, que es la historia.
Y sobre la historia, al margen de que se trate de sucesos cruciales para el Universo DC, tendremos que tener cuidado. Con el bombo y platillo que se le ha dado es muy posible que pueda decepcionar. Al fin y al cabo se deja varios cabos sueltos y el final no llega a estar a la altura mantenida en el resto del comic. Aún así estamos ante un guión de una calidad notable. Pero atentos que aquí notable también significa que no es sobresaliente. No descubriremos una obra maestra en Crisis de Identidad. Yo recomiendo afrontar este comic con una actitud neutra, sin pretensiones, como si nunca hubiéramos oído hablar de esta serie. Si seguís mi consejo, os aseguro un buen rato.
El primero sería su escritor, Brad Meltzer, uno de los primeros de la corriente de los llegados al comic (para quedarse) procedentes de otros medios como el cine o la novela. Meltzer consigue fusionar con habilidad la urdimbre de una intrincada trama novelesca del tipo "¿Quién es el asesino?" con el comic de superhéroes de siempre. Las claves para haber completado con éxito esta labor han sido sin duda el oficio y sobre todo, el conocimiento de los personajes y el universo con el que trabaja. Meltzer ha leído tebeos de DC y cada personaje suena como él mismo. Vemos aquí algo que, aunque debería serlo, no es del todo habitual en esta nueva corriente de escritores llegados de otros medios.
Otro motivo sería el tener a los principales personajes del universo DC en la misma historia y observar como funcionan entre ellos. De todos es sabido que este tipo de eventos de reunión suelen ser sinónimo de ventas. Si a esto le sumamos su repercusión en otras series mediante Tie ins, la campaña publicitaria que se organizó alrededor de la serie y el hecho de haberlo publicado en formato miniserie (es decir, con un número uno y un final concreto), estamos construyendo un best seller. Puede que el dibujante, Rags Morales, no sea un superventas, pero es medianamente agradable y las portadas sí que corren a cargo de un monstruo de las ventas, Michael Turner. Estamos pues ante todos los ingredientes para que una serie se venda bajo el título de Crisis de Identidad. Si hay muchos lectores, es lógico que se oigan muchas opiniones y, hoy por hoy, el boca a boca (Incluso por Internet) sigue siendo un fuerte indicativo para el éxito de un tebeo.
Crisis de identidad es un tebeo que maneja el universo DC desde todos sus ángulos: personajes, antiguos sucesos y todo tipo de referencias que nos muestran que se puede manejar los conceptos de siempre de forma que sigan pareciendo interesantes. Ni siquiera hay que innovar. Meltzer no inventa nada que no se hubiera hecho antes, tan sólo consigue mantenernos pegados a base de buen hacer con un concepto tan simple como "descubrir al asesino". Sólo soltando las pistas necesarias en cada momento y logrando que los personajes parezcan creíbles hasta tal punto que te impliques como uno de ellos en la investigación. Incluso tienes la oportunidad de cambiar de piel y meterte en el traje de la mayoría de ellos gracias a la narración en primera persona, en unas partes será Flash, en otras Green Arrow y así sucesivamente.
Un comic tan plagado de referencias puede hacerse algo duro para alguien sin contacto con el universo DC, pero resulta un punto de partida a la medida para alguien que los conozca mínimamente y quiera introducirse de lleno. Casi parece pensado para el lector español, ese lector arquetípico que se desenganchó con la caída de Zinco y siente tentaciones de volver.
Además, por una vez el famoso eslogan de "nada volverá a ser igual" es sincero. Los sucesos que tienen lugar, las revelaciones que aquí se hacen cambiarán las relaciones entre los personajes principales y sentarán las bases del cambio aún más drástico que tendrá lugar con la Crisis Infinita.
Ya os he comentado algo de Rags Morales, el dibujante, unas líneas más arriba. Si bien no es un narrador brillantísimo (aunque sí cumplidor) y sus expresiones faciales tienden a ser algo rígidas, posee un sentido de la composición bastante llamativo y un dominio de la luz y el volumen que da como resultado un dibujo bonito y correcto a la vez que cumple su función al servicio de la verdadera estrella, que es la historia.
Y sobre la historia, al margen de que se trate de sucesos cruciales para el Universo DC, tendremos que tener cuidado. Con el bombo y platillo que se le ha dado es muy posible que pueda decepcionar. Al fin y al cabo se deja varios cabos sueltos y el final no llega a estar a la altura mantenida en el resto del comic. Aún así estamos ante un guión de una calidad notable. Pero atentos que aquí notable también significa que no es sobresaliente. No descubriremos una obra maestra en Crisis de Identidad. Yo recomiendo afrontar este comic con una actitud neutra, sin pretensiones, como si nunca hubiéramos oído hablar de esta serie. Si seguís mi consejo, os aseguro un buen rato.
<< Home