viernes, diciembre 15, 2006

Green Lantern: Renacimiento (la cruz)

El martes rompía mi costumbre de no hacer reseñas negativas con el Iron Man: Extremis y comentaba lo pernicioso de la tendencia actual por el "realismo" y lo "moderno". Recordado esto, si Iron Man: Extremis era la cara, Green Lantern: Renacimiento es la cruz (de ahí el título).

Geoff Johns y Ethan Van Sciver nos dan una lección de lo que debe ser una puesta al día. Leer Green Lantern: Renacimiento hace patente que actualizar un personaje no implica sucumbir a las modas y modernidades, con sus supuestos realismos y nuevas visiones prescindiendo de las décadas de bagaje del género de superhéroes. Nos damos cuenta de que para que un personaje funcione no hay que hacerlo realista sino creíble. Y por creíble no me refiero a quitarle las mallas, ni los poderes, ni prescindir de ningún elemento fantástico. Un personaje creíble es aquel que nos hace olvidar que está dibujado en un papel tras unas pocas páginas de lectura. Geoff Johns consigue esta labor de manera ejemplar con un arma muy sencilla que es el oficio puro.

Pese a no jugar con el suspense de la vuelta o no de Hal Jordan (desde la primera portada o el título mismo nos lo anuncian), Johns nos mantiene pegados a la lectura con una "más difícil todavía". No nos enganchará con el "qué pasará", sino con el "cómo pasará". Además se las arregla para sacarse de la manga un montón de recursos de retrocontinuidad para explicarnos la historia y todo tiene sentido. Cuesta creer que en un personaje con casi 50 años de historia aún quedaran tantas cosas que explicar: por qué esa debilidad con el amarillo, de dónde viene exactamente el anillo de Siniestro, por qué a Kyle Rayner no le afectaba el amarillo, qué pudo ocurrir para que Hal Jordan, una de las voluntades más fuertes del universo, sucumbiera a Paralax... Todas éstas y muchas cuestiones más serán respondidas en tan sólo 176 páginas. Y lo mejor es lejos de soluciones forzadas, contribuirá aún más a la caracterización de los personajes y al universo Green Lantern.

Johns juega a ese engaño con el que los grandes contadores de historias nos sorprenden de vez en cuando y es darnos la sensación de que todo estaba planeado de antemano, con décadas de antelación. Sólo se puede conseguir este truco con una dosis elegante de comprensión de los personajes y situaciones con los que se trabaja (además de ingenio y oficio, claro está).

Después de Renacimiento, Hal Jordan volverá a ser el mejor, pero no por ello perderemos a Kyle Rayner, John Stewart o Guy Gardner, que resultarán revitalizados completamente y más tridimensionales que nunca. ¿Pero qué sería del universo Green Lantern sin la JLA? Creedme que hasta de personajes como Batman o Green Arrow aprenderemos algo nuevo y como todo en este comic... encajará.

Siempre he dicho que un gran dibujante de comic es quien sabe contar una historia, quien se integra en ella hasta tal punto que dejas de ver dibujos. Hasta este tomo nunca había considerado a Ethan Van Sciver en ese selecto grupo. Aún no soy capaz de distinguir cuáles son las aportaciones de Johns y cuáles de las de Van Sciver. Cada anillo produce unas formas distintas que caracterizan al portador y cada imagen contribuye a esa interconexión perfecta de cada parte de la historia. Podría ser que todo fuesen directrices de un detallado guión de Geoff Johns, pero sólo el hecho de que dudemos de dónde han venido demuestran que Van Sciver ha contado la historia tal como debía hacerlo, que ha conseguido ese grado de fusión perfecta entre guión y dibujo que es un comic... y además dibuja bonito.

Si queréis leer un buen tebeo de superhéroes al viejo estilo y moderno a la vez os va a ser difícil encontrar mejor ejemplo. Si además sois fans de DC, no os podéis perder estos sucesos cruciales. Y si no echadle un vistazo y ¿quién sabe? quizá os enganchéis.