jueves, octubre 19, 2006

The Marquis de Guy Davis

Conocí el trabajo de Guy Davis por primera vez hace años en los libros de la serie narrativa de White Wolf (Vampiro: La Mascarada, etc.) y entonces no me llamó excesivamente la atención. Se trataba de un ilustrador de estilo suelto y desordenado que palidecía ante el impresionante Tim Bradstreet.

A medida que fueron pasando los años y le fui viendo en algunos comics, especialmente en Sandman Mistery Theatre y ya algo comenzaba a no encajar. Era aquel mismo estilo que no me llamaba la atención, pero notaba (aunque no lo veía) algo distinto que me decía que estaba equivocado. Cuando comencé a seguir AIDP, la historia que conforman los "secundarios" de Hellboy aquella impresión difusa se iba haciendo más y más sólida y, con The Marquis, ya no me queda ninguna duda. Guy Davis es uno de los grandes y si no me llamó la atención en un principio fue porque no es en su faceta de ilustrador donde destaca (pese a hacer trabajos de ilustración realmente impresionantes) sino en la de contador de historias con dibujos. Lo que parecía un trazo desordenado y sucio encierra al final una insólita combinación de enérgica gestualidad y precisión milimétrica. Da igual cuántas rayitas dibuje Davis, todas están en su sitio. Pero es que resulta que además es un gran guionista.

En The Marquis se nos cuenta la historia de un cruzado o un loco en su lucha contra los demonios que acechan en este particular mundo muy cercano al siglo XVIII del nuestro. De hecho, no es hasta la segunda historia (La cortesana Infernal) que descubrimos del todo si la historia es historia o delirio. Vol de Galle se enzarzará en una cruzada contra los diablos que pueblan Venisalle en pos de su sagrada misión.

Asistimos a su origen en Danza Macabra así como a la presentación del general Herzoge el Inquisidor Morsea, los principales antagonistas. Durante el y transcurso de ésta asistiremos a un increíble retrato de la sociedad de Venisalle, detallado, pero sutil, así como a un profundo paseo por las dudas de Vol de Galle, quien se pondrá la máscara de Marquis. Las dos historias restantes (La cortesana Infernal y Los Pecados de un solitario) aún son un gran ejercicio de oficio, pero todo se torna más explícito y exagerado. Son aún así historias de un gran nivel con un poquito de esos tintes Lovecraftianos que tanto le gustan a Davis. Afortunadamente, Danza Macabra ocupa más de la mitad del tomo y aunque sea un tópico te absorbe en la lectura y las dudas acerca de la fe de Marquis se vuelven tuyas, preguntándote que parte es verdad y cuál engaño.

Además, a todos aquellos que suelen llamar a estas historias jugar al engaño (que sé que estáis ahí), estad tranquilos, todo queda explicado. Que gran autor este Guy Davis.