Por dónde empezar... superhéroes

Sé que la mayoría de los que leéis este blog leéis superhéroes, así que puede ocurrir que nos parezca que cualquier comic de este género es totalmente asequible para cualquiera. Al fin y al cabo es raro encontrar 'farragosas pajas mentales' como en 'esos comics gafapastas'. Pues que quede claro que si alguien piensa así está bastante equivocado. Los superhéroes son un código con el que la mayoría hemos crecido y lo hemos mamado sin darnos cuenta, como quien aprende a hablar. Sin embargo, uno de esos enciclopédicos comics de Kurt Busiek no los aguanta nadie que no esté familiarizado con el género. Incluso los sacrosantos Watchmen y Dark Knight pierden algo de su calidad si no se parte de un conocimiento de este código, con más complejidades de las que muchos quieren creer.

Además, el comic de superhéroes se basa en la serie y no en los álbumes, con lo que tenemos otro impedimento. Afortunadamente, cada vez es más habitual el formato tomo recopilatorio. Por eso la lista que vais a encontrar aquí opta por lo más sencillo en todos estos sentidos.

Otra cosa que quería dejar clara (que si no luego habrá quejas) es que no he considerado comic de superhéroes obras como Sandman, Hellboy o Grendel, porque no me parece que vayan por ahí los derroteros. me parece que cuando haga el capítulo del independiente yanqui tendré un verdadero problema...

(La editorial que figura junta al título es la responsable de la última edición aparecida)

Batman: La Broma Asesina (Alan Moore y Brian Bolland) (Norma) Sólo nos hace falta saber quién es Batman y quién es el Joker y que ambos son enemigos. De lo demás se encarga la increíble pluma de Alan Moore (en uno de sus trabajos más asequibles) y el preciosista dibujo de Brian Bolland.

Batman: Año uno (Fran Miller y David Mazuchelli) (Planeta) Lo tiene todo a su favor. Si has visto la película (Batman Begins), leer el comic en el que se basa gran parte de ella no hace sino mejorarlo. Miller es además un guionista que sabe enganchar con los diálogos, además de con el argumento, y si el dibujante es David Mazuchelli, maestro del uso de las luces y el pincel, mejor todavía. Pero además es que Planeta lo publicó en un sólo tomo como inicio del coleccionable por sólo un euro. Hay que picar.

Superman: Identidad Secreta (Kurt Busiek y Stuart Immonen) (Planeta) Precisamente al estar ambientado en un universo fuera de la continuidad superheroica, podemos ver a un Kurt Busiek despojándose de ese enciclopedismo del que suele hacer gala y desplegando sus mejores artes con un Stuart Immonen inspirado como en pocas obras. U perfecto acercamiento a los superhéroes desde fuera de su mundo y muy recomendable para empezar.

JSA: La Edad de oro (James Robinson y Paul Smith) (Planeta) Podríamos ver alguna pega en la cantidad de personajes que pululan por ahí y que el lector podría no conocer. Sin embargo, James Robinson consigue definir a cada uno por completo en las 192 páginas del tomo y los sumerge en el mcarthismo junto con un siempre correcto Paul Smith.

Daredevil: el hombre sin miedo (Frank Miller y John Romita Jr.) (Planeta) En un principio, estaba planeado como guión de una película del personaje, por cierto bastante superior a la que se estrenó, al menos en el apartado literario. Vendría a ser a Daredevil lo que Año Uno es a Batman, no en vano comparten guionista. En el apartado gráfico encontramos a John Romita Jr. un dibujante que nunca me cansaré de halagar: todo terreno, efectivo, un sentido de la narrativa impresionante, estilo personal... un poco de todo.

Spiderman: La última cacería de Kraven (J.M. DeMatteis y Mike Zeck) (Planeta) Hablamos de dos autores que tuvieron su época dorada en los ochenta y de los que no se oye hablar en estos tiempos. DeMatteis no está a la altura de Alan Moore o Frank Miller, pero en este tomo que apareció bajo la colección Obras maestras, supo crear una impresionante atmósfera de terror con un personaje como Spiderman. Se encargaba del dibujo Mike Zeck sin grandes alardes, pero gran oficio. Lo grande de esta historia es que es una de las mejores que ha dado el género, sin pretender remodelarlo o dejar huella. Fue una historia concreta de un personaje concreto y a la vez distinta de lo habitual.