jueves, mayo 31, 2007

Batman: Un Año Después

Hago honor a esta fama de aparecer y desaparecer como el Guadiana que me estoy ganando a pulso y, aunque algo antes de un año después (como el personaje que nos ocupa), vuelvo retomar el pulso.

Planeta nos obsequia (quizá no es el término más adecuado para los 12,95 € que cuesta) con este tomo que recopila la primera saga del Caballero Oscuro Un Año Después de la Crisis Infinita. El tomo agrupa los cuatro primeros números de las series Batman y Detective Comics. En total ocho números bajo la batuta literaria de James Robinson y los dibujos de Leonard Kirk (Detective Comics) y Don Kramer (Batman).

Batman: Un Año Después nos presenta una típica historia detectivesca con sus asesinatos (algunos bastante importantes), sus revelaciones finales, sus momentos de tensión y otras sorpresas, como el retorno de un importante personaje, es decir una de esas historias como habremos leído cientos. Sin embargo, esta saga se lee con sumo agrado de principio a fin y la razón no es otra que su guionista, James Robinson.

Robinson (Starman, La Edad de Oro) es un verdadero artesano en esto de escribir tebeos. Puede que no sea uno de los grandes maestros o que no tenga esa capacidad para provocar y crear modas de los guionistas del “candelabro” actual, pero si necesitas garantía de una historia sólida, entretenida y con oficio, James Robinson es tu hombre. Conoce tan bien a los superhéroes como los rudimentos y trucos de la profesión y en su cabeza todo esto son ingredientes que va trenzando artesanalmente como si fuera una pieza de mimbre. De hecho, viendo el gancho comercial de los nombres que vienen a continuación (Grant Morrison y Paul Dini), da la sensación de que esta historia fuera una transición hasta que estos autores estuvieran disponibles. Sin embargo, el editor, consciente de que un relanzamiento de estas características no podía basarse en un mero relleno, acertó de pleno al contar con Robinson. Una lástima que sus ocupaciones en otros medios lo mantengan más alejado del comic de lo que muchos quisiéramos.

Batman: Un Año Después muestra un Batman si no menos oscuro, como reza el prólogo, menos maquiavélico y hosco. Este Batman muestra preocupación por Robin, se disculpa y, como llega a decir en el comic, trata de “deshacer errores pasados” y necesita “esperanza”. Es al fin y al cabo un Caballero Oscuro más acorde al icono de héroe al que nos tiene acostumbrados DC, pero con su mismo halo oscuro y misterioso. La renovación la explica el mismo murciélago cuando le dice al Espantapájaros “¿Es que no entiendes que me he enfrentado a un terror que un desgraciado como tú nunca podría imaginar… y lo he superado?”

Los dibujantes Leonard Kirk y Don Kramer cumplen con su cometido y son del todo correctos, pero sin el gancho de los que vendrán después (Andy Kubert y JH Williams) y, sobre todo sin llegar a estar a la altura del guión. No hay nada específico que reprochar a su tarea, salvo quizá un punto más de fuerza visual. No dejan de ser, como Robinson, artesanos pero sin el nivel de acabado de éste.

Una pequeña pega es que el salto temporal se produce cuando 52 aún se está publicando y hay demasiadas pistas para descubrir uno de los secretos de la serie semanal. La fórmula de recopilatorio de Planeta nos une cuatro meses en uno y quizá con tan sólo dos números de 52 publicados, en lugar de los diecipico que llevaban en yankilandia para el final de esta saga, destripa algunos misterios quizá con demasiada rapidez.

Por lo demás, estamos ante una historia que nos trae de vuelta a un Batman más “como el de siempre” y se le sumamos el regreso al reparto de personajes como el Comisario Gordon, Harvey Bullock o Harvey Dent podríamos decir que “Un Año Después” es casi “Unos años antes”.

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viernes, mayo 11, 2007

Constantine por.. Víctor Santos

Aprovechando que hace un par de días reseñaba el último trabajo de Víctor Santos y ayer tenía el placer de hablar con él de nuevo durante la sesión de firmas que dio en la Librería Zinco de Bilbao, os pongo este increible Constantine que me hizo hace ya algún tiempo.

Sí lo veis en algún Salón, no dudéis en pedirle un dibujo. No sólo es impresionante ver la soltura con la que lo hace, sino que dentro de algún tiempo estoy convencido de que será bastante más complicado pillarlo por ahí. Estoy convencido que dará en breve un salto aún mayor al estrellato. Y si no, al tiempo.

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miércoles, mayo 09, 2007

S. de Gipi

A la hora de decantarse por la compra de un comic europeo, es común escuchar la dificultad para hacerse con información que nos pueda orientar sobre lo que vamos a leer. Esta es la razón por la que está bastante extendida la práctica de seguir autores concretos. El italiano Gipi es uno de los que merece la pena no perder de vista. En S, la última historia que nos ha traído Sinsentido, el autor nos trae una historia autobiográfica en primera persona a medio camino entre la realidad y la ficción.

En S. Descubrimos hacia la mitad del tomo a quien corresponde la inicial. A través de S, Gipi nos guía a través de una serie de historias saltando en el tiempo desde la segunda guerra mundial hasta la actualidad. El autor intercala sus propias vivencias con las historias adquiridas a través de sus propios familiares, con todo lo que eso conlleva. Gipi nos cuenta algunos capítulos significativos de la vida de S tal como el los escuchó y ya sabemos que el tiempo tiende a cambiar la historia hasta hacer confusa su frontera con la fábula y mostrarnos este hecho parece ser el leitmotiv de esta obra.

S deja de manifiesto que puede ser más importante la respuesta emocional de una historia más allá de la veracidad de ésta y se puede decir que esta emotividad se consigue de sobra, sin por ello caer en la sensiblería. El comic comienza sin que tengamos ni idea de quien es S de forma que, cuando lo descubrimos hacia la mitad, nos hayamos familiarizado lo suficiente como para sentirlo cercano y recibir su historia con la carga personal que ello requiere.

Si hay algo en lo que realmente destaca Gipi es en esa habilidad para lograr la implicación personal del lector a través de la técnica narrativa. Gipi brinda una obra con una estructura a medio camino entre el comic y el relato ilustrado con viñetas panorámicas y narración en off, sugiriendo desde el principio que pese a la crudeza de algunos de los pasajes debemos percibir la obra como una especie de cuento cuyo propósito iremos entendiendo con su lectura. Para el italiano el recuerdo con todas sus novelaciones es mucho más importante que los hechos. La narración en presente o la impersonalización de los personajes nos adentran en la historia para pillarnos desprevenidos hasta que es demasiado tarde para alejarnos de ella.

Sea cual sea el momento en el que se emplazan las historias Gipi narrará en presente engañándonos para creer que estamos viviendo una realidad que podría no ser cierta. Lo curioso es que hablar de personajes que terminan revelándose como cercanos con denominaciones como “S” o “la novia de S” debería tener un efecto contrario al de narrar en presente, es decir, un alejamiento con respecto de los personajes protagonistas del relato, pero el efecto es bien distinto. Si bien iniciamos este tomo ante unos personajes lejanos, son sus propias vivencias las que nos acercan a ellos, se nos van presentando poco a poco y sólo en ese momento Gipi revela su cercanía con ellos, sólo cuando nos han sido presentados correctamente. Todos estos detalles unidos a los textos en primera persona consiguen convertirnos en el mismo autor y recibir la historia trasladándonos a su prisma de visión.

Sería bastante extraño que, viniendo de un solo autor, tal calidad en el guión no estuviera respaldado una misma solidez gráfica y, lógicamente, este no es el caso. El uso del color, los distintos grados de esquematización o el selectivo uso de los bocadillos siguen actuando como herramientas al servicio de la historia. A través de ellos percibimos cuando sucede cada historia y casi se podría decir que nos sugiere como deberíamos afrontar cada parte de la historia, dejando caer sutilmente que algunas cosas podrían no ser reales del todo, con su veracidad empañada por el paso del tiempo o un determinado sentimiento, pero dejando claro que puede no ser la realidad lo que nos interesa del todo.

Salvando el obstáculo de un estilo de dibujo que puede producir un ligero rechazo inicial para aquellos que no estéis acostumbrados a este tipo de comic, una de las mayores cualidades de Gipi se basa en que despliega todo este abanico de recursos narrativos de una manera natural, lejos de ese afán de lucimiento de otros autores experimentales. Cada recurso se intuye más que percibirse haciendo de la lectura de S algo fluido y accesible.

Merece la pena dar una oportunidad a este tomo que podría pasar desapercibido entre la avalancha salonera.

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Al mejor postor

Al mejor postor es el título de una de las historias que conforman este recopilatorio de relatos cortos de Víctor Santos. El valenciano elige este formato para desplegar una serie de ejercicios narrativos poniendo de manifiesto que en muchas ocasiones puede ser más interesante cómo se cuenta una historia más allá del propio relato.

Al mejor postor, Cuento de Invierno, Dinero fácil, un Beso Envenenado y Lap Dancing son los títulos que nos brinda este tomo, relatos cargados de todos los tópicos reconocibles del género negro, jugando con ellos para que lector reciba la narración con facilidad y poder explayarse en toda una serie de recursos gráficos. Si hemos seguido de cerca la obra de este joven pero prolífico autor, ya sabremos que este género es una de sus grandes filias y que se siente más que cómodo entre tipos duros, femmes fatales y acción a raudales. Puede ser precisamente esta comodidad la que hace surgir de sus mejores artes como narrador. Para Víctor Santos los marcos de la viñetas nos no meros contenedores de dibujos y escenas, sino que tienen tanto que contar como los propios dibujos y el texto.

Al mejor postor se convierte así en un muestrario de las mejores cualidades de Víctor Santos, donde las influencias de Frank Miller o Bruce Timm a las que ya nos tiene acostumbrados van tomando lo mejor de otros que se comenzaban a entrever en otras obras, como Paul Grist o Eduardo Risso, en una mezcolanza donde paradójicamente las influencias visibles conforman un estilo totalmente personal y reconocible.

No esperéis enrevesados y complejos argumentos ni diálogos floridos, primero por que se trata de historias de entre 3 y 14 páginas y segundo porque ese no es el estilo de Víctor Santos. Este autor tienen predilección por la acción, los diálogos directos y las escenas crudas. Si acaso la complejidad de sus guiones está en el juego de tópicos y homenajes, pero en sus historias todo es tan blanco y negro como en sus dibujos.

Son estos dibujos, sin embargo, donde la apariencia simple y esquemática que parece salir de sus manos con total soltura encierra todo un juego calculado, donde las figuras los fondos, los encuadres, la propia rejillas de las viñetas y hasta el detalle más nimio nos da el tiempo narrativo, el punto de vista y hasta la actitud con la que afrontar cada escena.

Habremos oído mil veces que algunas de las películas de la historia salieron de guiones sencillos y normalmente de acción como son los casos de John Ford o Sam Peckinpah, por citar algunos grandes. Víctor Santos es consciente de ello y demuestra como la más pequeña de las anécdotas puede convertirse en una gran historia si sabe cómo contarse.

Personalmente, creo que merece mención a parte la historieta de cierre del tomo, Lap Dancing, donde el título ya nos adelanta que vamos a asistir a toda una coreografía en catorce páginas sin diálogo, todas y cada una de ellas con una rejilla de veinte viñetas regulares en la que se sirve del juego del maletín que pasa de mano en mano para brindarnos un juego narrativo realmente espectacular.

No se si os habréis percatado de que en esta reseña repito constantemente la palabra “juego” y es que no creo que haya mejor manera de definir un trabajo tan rápido y efectivo como el de Víctor Santos. Da la impresión de ir descubriendo casi por el camino, de una constante pasión por probar nuevos hallazgos y como si nunca se le acabara la diversión de ir algo más allá. Pueden ser imaginaciones mías, pero creo que a un autor se le nota cuando se lo está pasando bien haciendo su trabajo y parece que Víctor Santos es un ejemplo perfecto de ello.

Concluyo, pero no sin antes comentar a todos aquellos que viváis cerquita de Bilbao, que mañana viernes tendremos la oportunidad de verle en la Librería Zinco (Gregorio de la Revilla, 33, Bilbao) para presentar tanto esta obra como Bull Damn City : El día de la zarigüeya, que realiza también para la línea Siurell de Dolmen con otro montón de geniales autores patrios. Os espero allí.

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martes, mayo 08, 2007

Dos años en la galería y adelante

Bueno, el año pasado ya os comentaba que tal día como hoy hace dos años vencía un poco mi miedo a mis mostrar mis dibujos. Aunque este año ha sido bastante menos abundante, a mi entender la cosa ha avanzado algo con respecto al año anterior.

Además he notado que por lo general os suelen gustar más los dibujos a color y ya sabéis que eso lleva algo de tiempo, pero como he vuelto a mi empeño de recuperar la regularidad he tomado una medida que espero que os convenza. Ya que los viernes empieza el fin de semana y no suelo andar con demasiadas ganas de escribir lo convertiremos en algo así como el día de los dibujos. ¿Y como lograré poner un dibujo todos los viernes? Muy fácil alternaremos la galería con la sección de los constantines y así un viernes tendréis un dibujote mío y el siguiente el de un autor como Dios manda.

Pues eso, os dejo con una selección de lo que ha mi juicio a sido lo mejor de cuanto os he puesto los últimos 365 días.

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lunes, mayo 07, 2007

Reseñas de ayer y hoy: Paracuellos

Como ya os comenté hay en marcha un propósito de enmienda que trae algunos cambios y la vuelta de la regularidad de este blog. Aunque "las obras" no estarán terminadas hasta septiembre, con el inicio de lo que podríamos llamar la "tercera temporada", ya podréis ver alguna pequeña novedad como puede ser esta Reseñas de ayer y hoy.

Esta sección surge por dos motivos: el primero es que las reediciones han ganado tal importancia en el mercado que no me parece justo dejarlas sin reseñar, por mucho que hayáis podido leer sobre ellas y el segundo es que me servirá como excusa para poder hablar de tebeos de siempre, hayan sido o no reeditados.

Sin más dilación comenzaremos por una de las obras cumbres del comic español como es Paracuellos de Carlos Giménez, más de moda que nunca por la edición de Random House Mondadori con polémica con el precio incluida.

Paracuellos es el título de los 6 tomos que Carlos Giménez realizó entre 1977 y 2003 y en los que contaba sus propias vivencias en los distintos hogares de Auxilio social durante su infancia en la posguerra. No cabe duda de que pese a tratarse de hechos reales, la obra los cuenta de modo bastante novelado para su mejor entendimiento, para adaptarse a la estructura de capítulos cortos y para conseguir en más de una situación una sonrisa algo amarga por parte del lector. No obstante, dada la juventud de la mayoría de quienes leéis esto tendréis que recurrir a padres y/o abuelos para poder situaros en esta época, pero las historias de Carlos Giménez en Paracuellos consiguen la estética perfecta para aquellas historias que me contaban mis abuelos del estraperlo, los falangistas, los curas, la picaresca para poder comer y todos los ingredientes de una época que ha sido ya tratada hasta la saciedad en otros medios que necesitaba una plasmación en el comic que pudiera servir como estandarte.

Ya que decidir lo mejor de una obra tan grande sería bastante arrogante por mi parte además de muy difícil, diré que lo que más me fascina de Paracuellos es que guión y dibujo son una única arma para conseguir una extraña sensación en quienes lo leemos. Carlos Giménez consigue hacernos sentir culpables por arrancar nuestra sonrisa en momentos realmente tristes, como cuando algunos de los niños son maltratados o les ocurre alguna desgracia. No parece, sin embargo, que sea la intención del autor cargarnos con culpa alguna, sino de algún modo explotar la comicidad de una época triste para que podamos sonreír, sin perder por ello la noción de los difíciles tiempos sobre los que estamos leyendo, casi tal como se lo podría tomar uno de los niños protagonistas.

El dibujo no hace sino acompañar y fortalecer este sentimiento presente en toda la obra. Giménez usa un estilo algo más caricaturesco que el de otras de sus obras dirigidas a otros géneros como la ciencia-ficción. Así las facciones de los rostros y el conjunto del físico de cada personaje nos transmiten tantas sensaciones como el diálogo o la propia historia. Los rostros desencajados de las guardadoras e instructores, los ojos tristes y famélicos de los niños, el uso exagerado de onomatopeyas y líneas cinéticas son herramientas perfectas para contar esta historia como sólo se puede hacer en el medio del comic.

Puede suceder de todos modos, que cuando hablamos de una obra de este calibre, haya quien puede llegar a sentirse intimidado a probarla si no la conoce, pero Paracuellos es por su estructura de tira corta tan profundo como accesible, uno de esos tebeos que se disfrutan a multitud de niveles y susceptibles de ser leídos una y otra vez. Podríamos obviar su valor histórico o su valor en el comic español. Podríamos obviar la calidad con la que está escrito y dibujado. Podríamos incluso no prestar atención a las anécdotas ni a sus personajes y aún así veríamos alguna otra cosa que haría de Paracuellos la obra maestra que es, sencillo a la vez que completo, dramático a la vez que cómico, trascendente a la vez que nada pretencioso, en definitiva, uno de esos tebeos que salen una vez cada muchos años.

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viernes, mayo 04, 2007

Sleeper: Segunda temporada

Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Sean Phillips
Editorial: Norma
Formato: 144 págs. c.u.
Precio: 12 € c.u

Cuando Planeta publicó la primera serie de Sleeper ya hace tres añitos, recibimos la fatal noticia de que no pensaban editar la segunda serie que continúa la saga, Sleeper: Season Two (como en la series de televisión). Afortunadamente, con el paso de los derechos de Wildstorm a Norma las tornas han cambiado y ya podemos verla integra en castellano en dos tomos: Una línea borrosa y El largo camino a casa.

Si habéis leído la primera temporada, ya sabéis que Holden Carver es un agente de O.I. que bajo el mando de John Lynch se infiltra en la organización criminal de Tao. El problema es que Lynch es el único que sabe de qué lado está Carver y cae en coma al ser tiroteado. A partir de ahí nos morderemos la uñas mientras Holden Carver trata de comportarse como un criminal sin saber si realmente se está convirtiendo en uno y a nosotros lectores nos mantendrán con un continuo “que no lo pillen” en la cabeza. Finalmente cuando Carver parece haberse asentado, la última viñeta del último número nos deja un tremendo continuará que será la premisa de la segunda serie.

Si en la primera, nuestro protagonista parecía no decantarse por un bando en concreto, en estos dos tomos se decidirá por ambos. El mayor atractivo de esta historia será ver como Carver intenta jugar a un juego a dos bandas que desde el principio podemos percibir que le viene grande. Ed Brubaker jugará a que el lector se sienta Carver y vea como una enorme bola de problemas rueda detrás nuestro y por mucho que la veamos no podemos hacer más que correr y no sabemos si eso bastará. Hay ciertos estereotipos cercanos con los que el lector se puede identificar con facilidad, pero el merito de Brubaker consiste en hacer que nos pongamos en la piel de un agente secreto superpoderoso como si tal cosa y sintamos esa angustia como nuestra, que sintamos que no podemos confiar en nadie y veamos de antemano que reinventar las reglas del juego no necesariamente nos hará ganar. El truco de Brubaker es dejar que Carver se vea superado por lo que tiene a su alrededor, crear una atmósfera tan potente y bien construida que desde el principio nos deje claro que es ella quien lleva la riendas y no el protagonista ( o nosotros). Cada vez que Carver (o de nuevo nosotros) cree saber algo le da la vuelta al argumento y nos vuelve a dejar descolocados. Sabemos que de un modo otro habrá un final y sabemos que una historia de género negro y que nos habla constantemente de la doble moral no puede acabar bien para nuestro protagonista. Sin embargo, pienso que Brubaker es consciente para saber que el lector ha cogido cariño a Carver y no admitirá un final infeliz. Bru vuelve conseguir el más difícil todavía con un final que abarcará las dos opciones, pero ya veréis cómo.

Afortunadamente en el apartado gráfico de esta segunda temporada corre a cargo de Sean Phillips, autor de la primera parte que mantendrá la coherencia a través de su característico estilo suelto y de grandes contrastes lumínicos, ideal tanto para las escenas de atmósfera más íntima como para la más trepidante acción. Otro rasgo que ya podíamos ver en la primer parte de la serie es como Phillips monta unas viñetas sobre otras de tal y cómo todas ellas se inscriben en una mayor. Lo curioso de este recurso es su polivalencia, ya que en ocasiones es usado para dar sensación de simultaneidad, en otras actúa como un contenedor que parece comprimir la acción desasosegando al lector, otras acentúa un determinado momento dándole el espacio principal y tantas otras como se le ocurran. Si ya en otras series habíamos visto que funcionaba a la perfección como ilustrador y que no desmerecía en absoluto como narrador, en Sleeper aporta el toque de calidad que ponen a Sean Phillips en uno de los escalones más altos en cuanto al dibujo de comics actual.

Tanto Bru como Phillips tienen otras obras que les llevarán a un mayor escalafón del estrellato como Capitán América o X-Men, el primero, o Marvel Zombies, el segundo, pero aún no tienen ninguna otra obra que se pueda comparar a Sleeper y probablemente sea esta obra con la que pasen a la Historia del comic.

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jueves, mayo 03, 2007

Invencible: Cosas de la vida

Guión: Robert Kirkman
Dibujo: Ryan Ottley
Editorial: Aleta Ediciones
Formato: 168 págs.
Precio: 15 €

No me parece muy arriesgado decir que Robert Kirkman es el gran hallazgo de los últimos años en cuanto a guión de comics de superhéroes se refiere. Pese a que quizá haya gozado de mayor difusión con su trabajo para Marvel en Ultimate X-Men o Marvel Zombies, el bombazo que lo ha llevado definitivamente al estrellato, es en obras como los Muertos Vivientes, el incomprensiblemente inédito Battle Pope o este Invencible donde podemos ver de lo que realmente es capaz.

Ajeno a la corriente revisionista del héroe que han llevado a cabo en esta década cabezas visibles como Mark Millar o Warren Ellis, Kirkman nos ha demostrado que no hace falta remodelar nada en los superhéroes de toda la vida, tan sólo hacen falta unas cuantas ideas frescas y mucho cariño al género.

Invencible nos cuenta las andanzas de Mark Grayson, un adolescente hijo del Superman de su universo que descubre sus poderes y se sumerge de lleno en el mundo de los superhéroes. Es cierto que estamos de nuevo ante el clásico de Stan Lee de “superhéroes con superproblemas” y que no deja de ser una nueva vuelta de tuerca al tópico de alternar la acción superheroica con los problemas adolescentes, pero creedme que en manos de Robert Kirkman y Ryan Oatley funciona como si acabaran de crear el concepto. No estamos ante una idea original, pero si ante una serie de planteamientos frescos y resueltos con inusual habilidad para ofrecernos uno de los comics más entretenidos del mercado.

En el tomo que nos ocupa, Mark inicia una nueva vida tras ciertas desavenencias familiares que no puedo contar sin destripar nada (lee los tomos anteriores, no te arrepentirás). Ahora se alternan sus misiones para el gobierno con su nueva vida en la universidad, la relación con su novia Amber, sus amigos, las conspiraciones villanescas, la situación de su madre o hasta las aventuras de Allen el Alien. Todo un cúmulo de subtramas manejadas con el saber hacer necesario para hacerlas no sólo inteligibles, sino de lo más interesante.

Me resulta tan extraño como difícil explicar como un comic con un esqueleto tan visto puede darnos tantos nuevos enfoques y sobre todo cómo el equipo creativo consigue que convencernos de que este tipo de tebeo no sólo no está gastado, sino que aún está por dar lo mejor.

Pero aunque podría seguir hablando de las maravillas de Kirkman, este tebeo se quedaría muy cojo sin lo sencillos, pero increíblemente efectivos dibujos de Ryan Oatley. Comenzó siguiendo la pauta gráfica del creador gráfico de la serie, Cory Walker, pero poco a poco va tomando una identidad propia a la vez que advertimos como este joven dibujante no deja de mejorar. Su estilo de línea clara y sin apenas mancha negra no sólo aporta gran parte de la abundante dosis de frescura que nos ofrece Invencible, sino que guía la mirada del lector de manera tan sutil que resulta raro que hablemos de un dibujante de tan poca experiencia. Quizá no podamos ponerle a la altura de los grandes maestros de la narrativa gráfica, pero domina a la perfección los trucos del oficio: los puntos de vista, las expresiones, la secuenciación… Echadle un vistazo a los bocetos que trae la edición de Aleta parea saber de qué hablo.

Estamos pues, ante un equipo que aunque quizá no pase a la historia nos dejan claro que los trucos del género de superhéroes sólo están gastados si no se saben manejar y que se compenetra como si fueran un solo autor.

Lo que tenemos en definitiva es un tebeo perfectamente disfrutable para alguien que quiera introducirse en los superhéroes, pero que el aficionado de toda la vida disfrutará, si cabe, aún más.

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miércoles, mayo 02, 2007

Comics destacados Abril

Tras este paréntesis del pyuente del día del Trabajador, volvemos con las secciones habituales y ya sabemos que a principio de mes toca destacar las novevades del mes anterior. Pero es que este mes pasado no ha sido normal, ya sabemos que ha tocado Saló de Barcelona y la avalancha no se ha hecho esperar, aunque en las primeras ediciones no se ha notado tanto.

Esos sí, espero que seáis lectores veteranos y no seáis coleccionistas compulsivos, porque entonces no os volveréis a comprar todas esas obras imprescindibles que han reeditado en Abril. Si no estáis entre estos pobre de vuestro bolsillo.

* Recomendado/ **Muy Recomendado/ ***Obligatorio

NOVEDAD DEL MES

**INVENCIBLE 7: COSAS DE LA VIDA

Robert Kirkman/ Ryan Ottley
168 págs. - Color - 15 €



*AL MEJOR POSTOR Y OTROS RELATOS VIOLENTOS
Víctor Santos

48 págs. - B/N - 5 €

**BARRIO 4
Carlos Giménez

56 págs. - B/N - 11,95 €

**LA LEYENDA DE ROBIN DE LOS BOSQUES
Manu Larcenet

48 págs. - Color - 12 €

**EL GATO DEL RABINO 5: JERUSALÉN DE ÁFRICA
Joann Sfar

88 págs. - Color - 16 €

**EX MACHINA 3: REALIDAD CONTRA FICCIÓN
Brian K. Vaughan/ Tony Harris

144 págs. - Color - 12 €

**SLEEPER 4: EL LARGO CAMINO A CASA
Ed Brubaker/ Sean Philips

144 págs. - Color - 12 €

*ASTONISHING X-MEN V.2 1
Joss Whedon/ John Cassaday

24 págs. - Color - 1,95 €

*MARVEL KNIGHTS: DAREDEVIL 14
Ed Brubaker, David Lapham/Michael Lark, David Lapham

56 págs. - Color - 3,50 €

**HULKA 3: EL MEJOR MOMENTO DE SU VIDA
Dan Slott/ Varios

144 págs. - Color - 9,25 €

*ETERNOS 1
Neil Gaiman/ John Romita Jr.

48 págs. - Color - 3,50 €

*RUNAWAYS V. 2 1
Brian K. Vaughan/ Takeshi Miyazawa, Adrian Alphona

48 págs. - Color - 3,25 €

*THE ULTIMATES 2 7
Mark Millar/ Bryan Hitch

48 págs. - Color - 4,20 €

*GOTHAM CENTRAL 5
Ed Brubaker, Greg Rucka/ Kano, Gaudiano

112 págs. - Color - 8,95 €

**CRISIS INFINITA 2
Geoff Johns/ Varios

112 págs. - Color - 5,50 €

*THE FLASH 17
Geoff Johns/ Howard Porter

48 págs. - Color - 3,50 €

*CLÁSICOS DC: EL CUARTO MUNDO DE JOHN BYRNE 1
John Byrne

128 págs. - Color - 7,50 €

*LOS PERDEDORES 3: FIN DEL JUEGO
Andy Diggle/ Jock, Colin Wilson

168 págs. - Color - 12,95 €

**USAGI YOJIMBO 17: DUELO EN KITANOJI
Stan Sakai

224 págs. - B/N - 11,95 €

**S.
Gipi

112 págs. - Color - 16 €

**LA MALDICIÓN DEL PARAGUAS
Lewis Trondheim

128 págs. - Color - 16 €

REEDICIONES

**INVENCIBLE 4: CON OCHO BASTA 2
Robert Kirkman/ Cory Walker

68 págs. - Color - 7 €

***MALAS VENTAS
Alex Robinson

608 págs. - B/N - 35 €

*PERSÉPOLIS INTEGRAL
Marjane Satrapi

368 págs. - B/N y color - 25 €

**PLANETARY 1
Warren Ellis/ John Cassaday

304 págs. - Color - 26 €

**TOP 10
Alan Moore/ Gene Ha, Zander Cannon

352 págs. - Color - 26 €

*HELLBOY: LUGARES EXTRAÑOS
Mike Mignola

152 págs. - Color - 18 €

***CONTRATO CON DIOS: LA VIDA EN LA AVENIDA DROPSIE
Will Eisner

520 págs. - Sepia - 30 €

***THOR: LA BALADA DE BILL RAYOS BETA
Walter Simonson

96 págs. - Color - 12,95 €

*SPIDER-MAN: LOS IMPRESCINDIBLES 1: EL TRAJE MALDITO
David Michelinie/ Todd McFarlane, Erik Larsen

144 págs. - Color - 12,95 €

***WATCHMEN (EDICIÓN ABSOLUTE)
Alan Moore/ Dave Gibbons

464 págs. - Color - 35 €

***RONIN
Frank Miller

304 págs. - Color - 20 €

**ABSOLUTE KINGDOM COME
Mark Waid/ Alex Ross

344 págs. - Color - 30 €

**TWILIGHT
Howard Chaykin/ José Luis García-López

144 págs. - Color - 12,95 €

**GREEN LANTERN / GREEN ARROW
Dennis O´Neil/ Neal Adams

384 págs. - Color - 30 €

**CLÁSICOS DC: JLA / JLE 14
Keith Giffen, J.M. Dematteis/ Varios

192 págs. - Color - 9,95 €

*HELLBLAZER ANUAL 1
Jamie Delano/ Bryan Talbot, Dean Motter

64 págs. - Color - 5,50 €

**THE LEAGUE OF EXTRAORDINARY GENTLEMEN 2
Alan Moore/ Kevin O´Neill

240 págs. - Color - 15 €

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